El juicio contra el Coronel Plazas Vega por los hechos del Palacio de Justicia, ya parece una historia novelesca llena de incongruencias, arbitrariedades y ficciones, donde se dejan ver los trucos sucios y malintencionados de los malos contra los buenos.
Al mirar detenidamente el proceso, se evidencia la injusticia contra el Coronel Plazas, quien a pesar de luchar por demostrar su inocencia, sigue siendo víctima de guerrilleros -disfrazados de jueces y altos funcionarios- que buscan acabar con la institucionalidad y la democracia colombiana.
Al mirar detenidamente el proceso, se evidencia la injusticia contra el Coronel Plazas, quien a pesar de luchar por demostrar su inocencia, sigue siendo víctima de guerrilleros -disfrazados de jueces y altos funcionarios- que buscan acabar con la institucionalidad y la democracia colombiana.
La historia empieza así: todos en la sala de audiencia escucharon la orden de María Stella Jara, ordenando el traslado del Coronel Plazas a la Cárcel la Picota de Bogotá, porque según la juez, era el mejor mecanismo para evitar que el Coronel siguiera “evadiendo la justicia”. Ese día no valieron las pruebas contundentes del Coronel; no importó que el testigo se retractara; tampoco intereso el estado de salud de Plazas. Solo importo los intereses oscuros de los mamertos, representados por la “ilustre” María Stella Jara y el abogado Molano del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.
Siguiendo el guion de la historia, era de esperarse que luego de esta decisión injusta, la Juez utilizara el viejo truco de denunciar presuntas amenazas y presiones mostrándose como una víctima, siendo ella la única responsable de desviar el proceso. Esta es una cortina de humo típica de aquellos mamertos, que tiran la piedra y esconden la mano. Primero hacen fechorías, afectan procesos, desvían la verdad y luego salen a decir que los están amenazando, que los están persiguiendo, para buscar salir del país a vivir como reyes bajo la protección del Estado. ¿Quién puede decir que estas amenazas son ciertas?
Ya sabemos y conocemos que esta es una de las estrategias utilizadas por los mamertos y pro-terroristas de las FARC, para llamar la atención de los Organismos Internacionales, medios de comunicación y de esta forma, generar más presión para que se condene injustamente al investigado.
Colombianos, este viejo truco ya está muy trillado. No podemos seguir creyendo estas patrañas y mentiras de aquellos que dicen representar la justicia. Ahora sí, la juez Jara se desenmascaro y dejó ver que es una de las mamertas infiltradas en la justicia colombiana, que utiliza el viejo truco de los funcionarios pro-farc, que abundan en los organismos de control.
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